¿Por qué "nanai"?
En el sur de Chile, existe una palabra que lleva consigo el poder del consuelo y la empatía: «nanai». Cuando alguien dice «nanai», busca acompañar a la persona en su dolor, haciéndole ver que estará con ella mientras su sufrimiento se calma. De todas las definiciones que he escuchado, me quedo con que «nanai es un abrazo en forma de palabra».
Aunque, como todo, esta palabra tiene un significado u otro en función de muchos factores, yo decidí escogerla aun sabiendo que su uso para nosotros no tenga este significado. Personalmente, me conecta con una sensación de ternura muy especial y despierta en mí conexión y empatía con la otra persona, valores que son fundamentales en mi forma de trabajar.
Originariamente, la palabra «nanai» nace del quechua, idioma al que por vivencias personales me siento conectada también de una forma muy especial. Concretamente evoluciona de la palabra «nana», que era utilizada por los niños para expresar un daño, un dolor o una pena.
De una expresión de sufrimiento, «nana» se transformó en una palabra de cuidado emocional, justamente lo que ocurre con la terapia. En el proceso terapéutico, gracias a la compañía de las palabras, el cuidado y la ternura; el dolor emocional se termina transformando, y con ello, nos transformamos también nosotros mismos.
¿Quién está detrás?
Mi nombre es Jenny González y soy psicóloga especializada en trauma y relaciones de apego.
Entiendo la Psicología desde una mirada integradora, teniendo en cuenta que cada persona es única al igual que sus contextos, circunstancias y vivencias.
La base de mi forma de trabajar radica en comprender que cada historia de vida es única y es la que nos ha ido moldeando y convirtiendo en quienes somos hoy en día. Por ello, durante la terapia pondremos tu historia en el centro y trabajaremos juntas para explorar tus vivencias y entender cómo las experiencias pasadas han influido en el presente, revelando esas partes de ti que se han desarrollado en respuesta a lo que has vivido.
La terapia será un lugar seguro. Trabajaremos en generar un vínculo sano en el que te sientas comprendida y en calma. Nunca me verás juzgarte. Mi objetivo es acompañarte en tu proceso y proporcionarte un espacio respetuoso en el que puedas sentirte tú misma.